lunes, 11 de agosto de 2008

Más sobre "María Elena"

Domingo 10 Agosto 2008

CHICOS: "MARIA ELENA"

La intimidad de una grande

La obra imagina cómo sería un día en la vida de María Elena Walsh. Es en el San Martín y con sus canciones.

María Elena recrea, con imaginación y poesía, un día en la vida de la autora de personajes entrañables, como Manuelita la Tortuga, y de canciones que se convirtieron en clásicos de la literatura infantil; por citar algunas: El Reino del Revés y Canción para tomar el té.

En la Sala Casacuberta del Teatro San Martín, el grupo La Galera Encantada -que este año celebra su 30ø aniversario-, hace este espectáculo para toda la familia, que rinde homenaje a una gran artista. Lo proponen para niños a partir de 3 años; pero si bien los más chiquitos disfrutan de la obra por el colorido de la escenografía, la gracia de los intérpretes y las canciones de María Elena Walsh, la puesta cuenta una historia para más grandecitos.

¿Cómo trabaja María Elena? ¿Cómo es su casa? ¿De dónde salen versos tan disparatados que cantó -y sigue cantando- más de una generación? ¿Por qué no atiende el teléfono? ¿Quién ordena sus papeles? ¿Cuántos escritos desecha? Cinco chicos quieren saberlo y buscan las respuestas haciendo una visita, sin previo anuncio, a la escritora.

Este espectáculo con autoría y dirección de Héctor Presa, tiene un elenco en el que se destaca Lali Lastra, actriz que interpreta a la gran compositora y cantante. Sol Ajuria, Gastón D'Angelo, Luciana Larocca, Marina Pomeraniec y Matías Zarini componen a un grupo de amigos que entran a la casa de la reconocida escritora, para averiguar cómo escribe esas canciones que escucharon sus padres y ahora los deleitan a ellos. Una vez dentro de la casa son descubiertos por María Elena quien, lejos de enojarse por la intromisión, los toma por asistentes que han llegado para colaborar con el arreglo de su escritorio. Es el disparador para recorrer las canciones y los relatos que hicieron famosa a Walsh.

Los arreglos musicales y la banda sonora son de Angel Mahler; la coreografía, de Mecha Fernández; la iluminación, de Alberto Lemme; el vestuario, de Mini Zuccheri; la escenografía, de Marta Albertinazzi y la música, de María Elena Walsh. La duración es de 70 minutos.

A lo largo de la puesta, los protagonistas entonan con buenas voces esas canciones que nadie ignora y a las que, espontáneamente, se suma el coro del público. Curiosamente, los que alzan su voz más fuerte para acompañar a los actores cuando cantan son los padres y los abuelos de la platea.

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