"Chiches" es un espectáculo pensado para los más chiquitos, aquellos que hacen su primera experiencia teatral al año y medio o dos años. Acompañados con música en vivo, y con un lenguaje muy simple.Con Andrea Lovera, Gonzalo Ruiz, Julián Sierra, Celeste Martinez, Mechi Ferreira, y con el acompañamiento musical de Nicolás Gaspari.Movimiento y coreografía: Mecha FernándezMúsica: Carlos GianniLibro: María Inés Falconi Dirección General: Carlos de Urquiza.Sábados y Domingos 16 hsCentro Cultural de la CooperaciónSala Raúl González Tuñón Av. Corrientes 1543 www.centocultural.coop
http://www.clarin.com/diario/2007/06/02/espectaculos/c-01601.htm
"CHICHES" DE MARIA INES FALCONI Mi primera obra de teatro
Una propuesta especialmente pensada para chicos a partir de un año. Con juguetes en escena y canciones en vivo de Carlos Gianni.
LENGUAJE SIMPLE Y CODIGOS FACILMENTE RECONOCIBLES POR LOS MAS PEQUEÑOS.
María Ana Rago
La intención es buena. Los resultados dependen del grado de atención que ponga cada chico durante la función. Chiches, de María Inés Falconi, por el Grupo de Teatro Buenos Aires, se ofrece como la primera experiencia teatral para niños a partir de un año, en el Centro Cultural de la Cooperación. El enunciado de la propuesta resulta, en primer lugar, tierno; en segundo, atractivo. La obra puesta en escena es un espectáculo totalmente enfocado a los bebés, de carácter elemental.Lili, Lalo, Lolo, Luli y Lola son los personajes que interpretan cinco actores muy jovencitos. Componen a chicos que juegan, simplemente eso. Y los espectadores-bebés identifican en el escenario sus propios códigos y objetos que les resultan cotidianos. La música (de Carlos Gianni, ejecutada en vivo por Nicolás Gaspari), suave, contribuye a lograr la calma en la platea. No obstante, inevitablemente, siempre algún chico llora y los papás tienen la opción de salir un rato afuera con ellos.Dirigidos por Carlos de Urquiza, Mechi Ferrería, Andrea Lovera, Celeste Martínez, Gonzalo Ruiz y Julián Sierra hacen Chiches, una idea original y sencillísima, una buena opción para acercar a los más pequeños entre los pequeños, por primera vez al teatro. El entrenamiento corporal (clave en este espectáculo) y las coreografías pertenecen a Mecha Fernández.Con sus voces aniñadas y manejando un lenguaje simple, los actores sacan de la caja de los chiches —que los espectadorcitos reconocen apenas ingresan a la sala— muñecas, una pelota gigante, cubos de colores, un oso y un autito. Con esos elementos, crean juegos que los chicos están acostumbrados a realizar en sus casas: armar torres con los cubos, dormir a la muñeca, andar de aquí para allá con el autito, tirar la pelota.Durante cincuenta minutos —tiempo exacto para que, en general, los chicos tan chiquitos mantengan la atención— suceden situaciones que recrean no sólo los juegos de los bebés, sino también las peleas que tienen lugar entre pares de esa edad. El piquito que se dan un nene y una nena —demasiado precoces, ya que la obra está orientada a chicos a partir de un año—, en el marco de una escena sobre el amor, rompe con los códigos de los bebés que dominan el resto del espectáculo.Los cochecitos quedan afuera de la sala. Los pequeños se sientan a upa de sus papás y algunos se animan a quedarse solitos sentados en una butaca. Verlos es un espectáculo aparte. Están los que durante la función intervienen, señalando lo que ven sobre el escenario o pidiendo alguno de los chiches que forman parte de la puesta (¿cómo explicarles que eso no es para ellos?). "Dame el oso", pide una nena.Más allá de algún llanto, la platea permanece atenta y sigue la función sin mayores distracciones. Porque prácticamente todo lo que sucede en el escenario es comprensible para los bebés. Los más grandecitos pueden aburrirse, ya que los pocos recursos y la repetición no apuntan a ellos.En Chiches se advierte la búsqueda y la experimentación que lo sostienen. Una idea interesante, para formar espectadores casi desde la cuna.
